Crítica: Los Tres Dias del Condor (1975)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena Recomendación del EditorUSA, 1975: Intérpretes: Robert Redford (Joseph Turner / Cóndor), Faye Dunaway (Kathy Hale), Cliff Robertson (Higgins), Max von Sydow (Joubert), John Houseman (Wabash)

Director: Sydney Pollack – Guión: Lorenzo Semple Jr. & David Rayfiel, sobre la novela de James Grady “Los Seis Dias del Condor”

Trama: Al regresar del almuerzo, Joseph Turner descubre que todos sus compañeros de trabajo – en la Sociedad Americana de Literatura Histórica – han sido asesinados. Turner huye del lugar y se contacta con sus superiores, revelando que la Sociedad era en realidad una tapadera para un departamento de la CIA, consistente en un grupo de analistas especializados en descifrar mensajes enemigos ocultos en libros, diarios y revistas publicados en todo el mundo. Buscando la protección de la agencia, Turner arregla una cita con sus superiores… pero el encuentro sale terriblemente mal, revelando que hay traidores en las filas del servicio secreto y que los mismos desean matarlo. Perseguido por todos, incapaz de confiar en ninguno, Turner deberá ingeniárselas para sobrevivir y dar con el paradero del responsable de la matanza; pero el analista carece de tiempo y recursos para descifrar el enigma y, mientras tanto, los asesinos han comenzado a pisarle los talones.

Los Tres Dias del Condor (1975)Qué gran director que era Sydney Pollack. Creo que los americanos aún no han caído en la cuenta de lo formidable que es su obra, ni del legado que dejó. Un tipo que sabía narrar como pocos, un artista que se adaptaba a cualquier historia. Hizo comedias románticas, thrillers, películas de denuncia, drama… En Los Tres Dias del Cóndor, Pollack le sacó punta al lápiz a la intriga paranoica, algo que estaba muy de moda en los EE.UU en los 70 después del escándalo Watergate. Imagínense ustedes el panorama: si los yanquis ya estaban locos pensando que los comunistas intentaban infiltrar y sabotear a su país desde hacía 20 años,… ¡cómo se pondrían al saber que su propio Presidente los espiaba en su propia casa!.

Los Tres Días del Cóndor es un filme extremadamente paranoico. Esta gente se mueve en un universo en donde abundan las medidas exageradas de seguridad, y en donde la fidelidad de cada uno es tan volátil que el mejor empleado puede ser considerado el peor de los traidores en un abrir y cerrar de ojos. La escena en donde John Houseman empieza a barajar alternativas – por qué pasó lo que pasó, y por qué Robert Redford está a la fuga – es extremadamente ilustrativa. Los tipos mencionan millones de alternativas – que Redford es un infiltrado soviético, que recibió entrenamiento en secreto, que es un agente independiente que quiere chantajear a la CIA, que se ha vuelto loco y está a la fuga, etc, etc – y pasan por todas menos por la más probable: que el tipo sea inocente. Qué terrible vivir en un país así.

En realidad Los Tres Días del Cóndor se siente como el abuelo de La Identidad Bourne. Tiene la misma estructura: agente en fuga, jefes de inteligencia paranoicos, traidores en el servicio secreto, una aliada impensable (otra mujer que pasaba por ahí, la secuestraron, y terminó colaborando con el protagonista, simplemente porque éste posee demasiado sex appeal), y un protagonista que es tan ingenioso como letal. Todo el relato bien podría haberse llamado El Amateur, reflejando la naturaleza de la historia: un tipo sin entrenamiento, pero muy sagaz e imprevisible, y que termina por dar un golpe maestro a los espias más experimentados.

Hay otra perlita escondida en Los Tres Dias del Cóndor, y que tiene que ver con la revelación de la naturaleza del complot. Resulta sorprendente ver a un escritor americano prediciendo que su país tiene previsto planes de invasión para los países de Oriente Medio, en vistas de una futura escasez de hidrocarburos. ¿Acaso no es eso lo que pasó con Irak, o todavía seguimos creyendo que esa gente fue con buenas intenciones a buscar inexistentes armas de destrucción masiva?. Lamentablemente el manejo de esta revelación no termina siendo muy claro que digamos, y da la impresión que la CIA es capaz de frenar a la prensa libre. Oh, sí, es un final oscuro.

Si hay un detalle molesto en la historia, es la inclusión con forceps de un personaje femenino. El cómo Faye Dunaway cae bajo las garras de seducción de su secuestrador Robert Redford es inexplicable (¿síndrome de Estocolmo?), más cuando acepta menitr, infiltrarse y hasta secuestrar gente. Al menos el libreto tiene la decencia de dejarla ir y de no forzar un final romántico, pero uno puede ver que la existencia del personaje de Dunaway es completamente artificial – existe simplemente porque hay tareas que por sí solo Redford no podría cumplir -.

Los Tres Dias del Cóndor es un gran thriller con un par de problemas medianamente serios – además de lo de Dunaway está el repentino cambio de bando de uno de los protagonistas principales -. Por lo demás, es excelente y una clara muestra de cómo antes rodaban como los dioses filmes de conspiraciones. Lástima que Pollack no está, y que lo que existe ahora es una generación que ha crecido a la sombra de la MTV, enviciados en el plano rápido e incapaces de narrar como se debe una historia.

4 CONNERYS: Un gran thriller, influencial sobre la saga de Jason Bourne. Hay revelaciones sorprendentes y un gran clima de intriga; lástima que la suerte de un par de personajes se ve forzada y eso afecta la credibilidad de todo el relato.